Conoce mediante este mini test si la salud de tu voz necesita atención urgente
Lee cuidadosamente las preguntas y cuenta el número de veces que tu respuesta es: sí.
Tu voz...
Detectas que el tono grave en tu voz es permanente y antes no lo era.
Amanece sin tonos graves y a lo largo del día por factores, detectados o no detectados, va cambiando a ronca.
Amanece con tonos graves y a lo largo del día por factores, detectados o no detectados, cambian esos matices.
Se refiere a si carraspea, especialmente antes de iniciar una frase o si lo hace a menudo durante una charla.
Se refiere a lo que coloquialmente llamamos: “gallos”, donde sin desearlo la voz cambia de agudo a grave o viceversa.
Se refiere a que le cuesta trabajo alcanzar un “volumen” alto.
Su capacidad respiratoria no es suficiente para decir frases largas (que antes solía decir), o que en circunstancias de estrés no sabe por qué se agita.
La fatiga se puede asociar a cansancio en la laringe, ardor al pasar saliva o ronquera temporal.
Esto puede suceder después de un día de gran demanda vocal: de dar clase por muchas horas, hablar todo el día por teléfono (call center o ejecutivos), luego de un concierto o discusión agitada.
Puede notarse especialmente al cantar; sin embargo, esto puede suceder también con la voz hablada.
Se refiere a si su voz cuando se siente cansada crea estrategias para liberarse, como: carraspeo, cambio de tono, intensidad, etcétera; con tal de seguir hablando.
Si presentas 2 ó más de estos signos es importante que recibas una valoración inmediata, ya que tu salud vocal puede estar en juego.